lunes, 24 de noviembre de 2014

Veinticinco

Y,  las lágrimas cuando se destrozan las manos; y, la sangre cuando los corazones se apagan ahogados en realidad ; y, la tristeza cuando desaparece la esperanza;  y, el olvido  cuando los rostros se disfrazan con arrugas. ¿Dónde esta todo eso?.

Veinticuatro

En el frasco verde,  donde compramos la miel este verano, en el que  pintaste una guarda de jazmines, ahí encontré escondido un beso tuyo, ¿es  mío?, porque de otro modo no lo entendería.

Veintitres

He vaciado de lagrimas mis ojos en tú pequeño cuerpo montañoso. No borres mi huella. Guarda algo de tristeza, no te pido mucha, quiero seguir creyendo en tu promesa: "Cuando no estés, moriré de tristeza".