El amor duele. Es fuego sobre el alma. La piel extraña, aún los arapos que nos dejó. No hay lágrimas que limpien los recuerdos del corazón encadenado al pasado. Decidimos bien, entregamos nuestro cuerpo envuelto en la transparencia del alma. Las mentiras nos quieren hacer cómplice de la muerte de un deseo.
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